05 març En el tren
Estaba en el tren concentrado, como en tantas otras ocasiones; los habituales cuchicheos, risas y conversaciones de rigor no me apartaban del libro que estaba leyendo, pues su sola lectura me abstraía de todo lo que me rodeaba. Era como sumergirme en mundos más profundos y abismarme en el infinito de galaxias lejanas, más allá de nuestros humanos sentidos.
Solamente levantaba la vista para admirar el paisaje que se abría ante mí, como si de un cambiante caleidoscopio se tratara.
Entonces, tras atravesar un túnel más largo de lo habitual del trayecto, noté que un súbito silencio cubría el vagón; como si un manto sin palabras hubiera arropado todo ruido.
Y volví a levantar la mirada, esta vez con una ligera aprensión; observé que todas las personas que estaban allí tenían puesta toda su atención y diría que hasta la última molécula de su alma en el teléfono móvil que aferraban con ansia en sus manos, cual ventana distorsionada de la realidad.
Les contemplé con una mezcla de estupor y conmiseración, sintiéndome en aquel instante un absoluto extraño. Me giré y vi a un chico detrás de mí que también leía. Aún había esperanza.
per Oscar Sánchez i García: 3er premi del certamen literari de febrer de 2024